El síndrome de Rett es un trastorno neurológico raro que afecta principalmente a las niñas y es causado por mutaciones en el gen MECP2, ubicado en el cromosoma X. Tras un período inicial de desarrollo normal, las niñas con este síndrome experimentan una regresión en el desarrollo que incluye la pérdida de habilidades motoras y del habla, junto con movimientos repetitivos de las manos, problemas respiratorios y deterioro cognitivo. Aunque no tiene cura, un abordaje desde el Método Katia Dolle ® puede aliviar y mejorar algunos de los síntomas para mejorar la calidad de vida y el neurodesarrollo.
Síntomas físicos:
Suele presentar una evolución en cuatro fases. La primera fase se caracteriza por un estancamiento del desarrollo, seguido de una fase de regresión en la que se observan movimientos repetitivos de las manos y pérdida de habilidades adquiridas, otra donde se estabilizan los síntomas, con algunas mejoras conductuales y una última fase tardía del deterioro motor.
En el síndrome de Rett, los problemas neurológicos no son aislados; también afectan el sistema inmunológico, metabólico, digestivo, endocrino, el bienestar psicológico y emocional del niño y su familia. A través del Método Katia Dolle®, que no pretende sustituir la intervención de la medicina convencional, sino trabajar paralelamente, buscamos optimizar el funcionamiento de estos sistemas mediante intervenciones que abarcan desde la nutrición hasta el manejo del estrés, así como el apoyo inmunológico y hormonal.
Hemos observado una serie de mejoras significativas en varios aspectos clave de la salud y la calidad de vida.
- Mejora en el lenguaje: incremento de palabras e intención comunicativa
- Hipotonía: mejora en la fuerza muscular que permite algo más de movimientos, como tenerse en pie o poder agarrar con la mano
- Mejora en la calidad del sueño: Al regular el metabolismo energético y la inflamación, hemos notado una mejora notable en la calidad del sueño, debido a la reducción de los temblores nocturnos un factor clave para la regeneración neuronal y la regulación emocional y el bienestar emocional del niño y los padres..
- Reducción de comportamientos repetitivos: equilibrando el sistema nervioso mediante intervenciones que regulan los neurotransmisores, hemos conseguido reducir comportamientos repetitivos y regresivos, como los movimientos involuntarios de las manos, así como mejorar la hipotonía.
- Optimización de la digestión e inflamación: A nivel nutricional, a través de ajustes en la dieta tras un estudio de intolerancias, hemos logrado un aumento en el peso corporal, normalizando este, y un fortalecimiento del sistema inmune, reduciendo la inflamación del vientre. Al reducir las respuesta inflamatoria y reducir las citocinas contribuimos a proteger el deterioro cognitivo..
- Reducción del estrés oxidativo: Por otra parte, el estrés oxidativo, un factor clave en el deterioro progresivo del síndrome, puede ser mejorado mediante la ciencia naturopática, lo que optimiza la función mitocondrial, esencial para mejorar los niveles de energía y la funcionalidad diaria.
Es importante no solo abordar los síntomas neurológicos, sino trabajar de manera profunda, revisando órganos y sistemas relacionados con el Síndrome, y también haciendo una revisión detallada personalizada de la salud en general para mejorar todos los sistemas del cuerpo, buscando así mejorar la calidad de vida.
Fundación Katia Dolle
Especialistas en trastornos del desarrollo