¿Qué son los chinches y cómo pueden afectar a tu hijo con autismo?
Los chinches son unos pequeños insectos de color marrón de un tamaño aproximado de 5 y 10 milímetros, que suelen esconderse en las grietas y dobleces de las camas, somieres, cabeceras, estructuras de las camas y cualquier otro objeto que esté alrededor de estas.
Y puesto que su alimento principal es la sangre, por la noche salen para alimentarse de su huésped preferido, los seres humanos.
Los principales síntomas de picaduras de chinches son similares a las de otros insectos, aunque tienen unas características que los diferencian:
- Se observan bultitos rojos
- Suelen estar en lugares expuestos mientras dormimos, como la cara, cuellos, brazos y manos.
- Se disponen de forma irregular, alineados o en racimo
Para asegurarnos que realmente nos ha picado un chinche sería importante encontrar la bichito que lo ha causado, buscando entre las sabanas o el colchón.
¿Cómo se tratan las picaduras de chinche?
La principal opción para tratar las infestaciones de chinches es la Permetrina.
Esta sustancia química es un tóxico PERSISTENTE muy habitual en el uso de insecticida y repelente, así como el principio activo de diferentes formulaciones de cremas, lociones y tratamientos comunes para tratamientos de infestaciones y transmisiones de insectos.
Su forma de acción es atacar el sistema nervioso.
Los insectos, al igual que los humanos, tienen unas membranas en sus células nerviosas, y en ellas existen unos poros que se abren y cierran permitiendo la entrada del ion sodio para que se produzca un impulso nervioso.
Pues esta molécula de pemetrina lo que hace es unirse a estos poros, bloqueándolos, la entrada de sodio comienza a realizarse de forma continua provocando una sobreexcitación del nervio y finalmente la parálisis.
De esta forma se combaten tradicionalmente los chinches.
Y te preguntaras ¿de dónde se obtiene la Permetrina?
La permetrina es un compuesto activo de deriva de algunas flores de Crisantemo.
Es muy común pensar que puesto que se trata una sustancia de origen natural ésta pueda resultar inofensiva para las personas.
Si bien es cierto que “Natural” no es sinónimo de “Atoxico”, es necesario evaluar los efectos secundarios que derivan de una exposición continuada a algunas sustancias aunque provengan de una planta.
En el caso concreto de la Permetrina, diversos estudios advierten que al igual de que se trata de un agente toxico para insectos también lo es para los seres humanos.
Por ello, debemos de pensar que personas que son especialmente sensibles a sustancias tóxicas, como es el caso de quienes sufren Sensibilidad Química Múltiple o TEA, por ejemplo, deberán de evitar todo contacto con dicha sustancia.
La permetrina afecta directamente al funcionamiento normal del Cerebro y Sistema Nervioso en general, y el contacto breve a esta sustancia puede causar mareo, dolor de cabeza, náuseas, espasmos musculares, falta de energía, alteraciones de la conciencia, convulsiones y pérdida del conocimiento, además de afectar a la capacidad reproductiva en seres humanos.
¿Qué son tóxicos persistentes?
Cuando hablamos de sustancias químicas que actúan como Tóxicos Persistentes decimos que además de ser agentes tóxicos, se degradan con dificultad en el medio ambiente y son Bioacumulativas. Es decir, que tienden a depositarse en los organismos de los seres vivos por periodos de tiempo muy largos.
No debemos olvidar que se pueden introducir en la cadena trófica de manera que, aunque no tengamos exposición directa a dicha sustancia, a través de lo que ingerimos, ya sea bebida o en forma de alimentos, el cuerpo los asimila y se acumulan en el tejido graso.
El tiempo medio de permanencia varía de una sustancia química a otra. En el caso concreto de la Permetrina, no existe mucha investigación respecto al tiempo que permanece en el organismo.
Lo que sí que hay son estudios que indican que los Piretroides, grupo químico al que pertenece la permetrina, tienen un potencial de bioacumulación en pescados comestibles superior al 80%.
Dicho dato sugiere que cuando esta sustancia alcanza aguas de ríos o mares, los animales acuáticos la asimilan y persiste con elevado porcentaje de probabilidad.
Evidentemente una dieta rica en pescado intoxicado de permetrina facilitará que nos intoxiquemos agravándose el hecho de que en numerosos países no se considerada como sustancia contaminante, por lo que no existe ningún control sobre la misma y desconocemos los límites máximos seguros de estos compuestos.
¿Qué alternativas existen para el tratamiento de chinches?
Existen varias alternativas para tratar las picaduras de los chinches, y de entre ellas, te dejamos estas 2 que son bastante efectivas:
ACEITE DE NEEM: este aceite se extrae directamente de las semillas del árbol Neem, un árbol tropical perenne que se encuentra en el sureste de Asia y África. El aceite contiene varios compuestos que tienen propiedades insecticidas y medicinales, y es utilizado en productos de higiene como champús, jabones con acción insecticida y para tratar los chinches adultas, las ninfas y los huevos.
TIERRA DE DIATOMEA: son algas fosilizadas con acción insecticida, ya que actúan mediante la destrucción de la capa protectora del chinche. Una vez que se destruye esta capa, las chinches se deshidratarán y morirán lentamente.
Ten en cuenta también que los chinches mueren a temperaturas altas, siempre por encima de los 50º, por lo que a la hora de lavar la ropa de cama asegúrate de hacerlo con una fuente potente de calor si quieres erradicarlos.
Esperamos que esto que te hemos contado te ayude a mantener un hogar completamente atóxico para no perjudicar la salud de tu hijo/a con autismo.
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