Efectos de los colorantes en el TDA/H

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la edad pediátrica.

En los últimos años, se ha demostrado un creciente interés sobre aquellos aspectos de la dieta que pueden tener un efecto adverso en los niños con TDAH.

Los investigadores han sugerido etiologías bioquímicas diversas en relación con la dieta: alergias a alimentos y aditivos, toxicidad por metales pesados y otros tóxicos ambientales, dietas bajas en proteínas con alto contenido en hidratos de carbono, desequilibrios de minerales y micronutrientes, ingesta inadecuada de ácidos grasos esenciales y déficit de fosfolípidos, deficiencias de aminoácidos, deficiencias en el complejo vitamínico B y fitonutrientes y trastornos de tiroides.

Se ha determinado que en estos pacientes la alimentación no se traduce única y exclusivamente en una ingesta de alimentos, sino que se trata de un concepto mucho más amplio:

En la mayoría de los casos los niños y adolescentes con TDAH, tienen estilos alimentarios que no son correctos y a menudo disfuncionales: sufren de inapetencia, fobias alimentarias, alteraciones de las horas de las comidas, alimentación nocturna, rechazo a cierto tipo de alimentos, preferencia únicamente por alimentos atractivos, etc. Estas disfuncionalidades a la hora de alimentarse, se traducen en patrones de desnutrición, problemas de crecimiento, problemas de rendimiento físico y mental, alteraciones del sueño, fatiga/cansancio y un aporte deficitario de alimentos y nutrientes esenciales para el desarrollo y el buen funcionamiento general.

En el TDA/H se ha observado que al modificar sus hábitos alimentarios mejora su condición. Si se tiene alergia a un alimento en particular, al igual que si es tóxico, en tales casos, eliminándolos de su dieta puede mejorar los síntomas del TDAH. Si se consume una dieta muy procesada, es probable que estén consumiendo una amplia variedad de aditivos y conservantes que pueden contribuir con el TDAH. (Burgess, 2012).

El alto consumo de colorantes artificiales y saborizantes en alimentos procesados pueden exacerbar los síntomas del TDAH en los niños. Así, reemplazando alimentos procesados con los alimentos naturales más a menudo puede beneficiarse el niño de varias maneras. También la creación de sabrosas comidas basadas en alimentos naturales y la participación del niño en el proceso de compra y cocinar puede ayudar a prevenir sentimientos de privación y hacer que el proceso de comer sea una experiencia agradable para toda la familia. (Jacobs & Wendel, 2010).

A principios de los años setenta, el Dr. Benjamin Feingold, pediatra experto en alergias, expresó sus primeras preocupaciones sobre los efectos negativos de los aditivos alimentarios y los colorantes sobre el comportamiento humano. Él suponía que el aumento informado en la prevalencia de TDAH estaba relacionado con el aumento del uso de saborizantes y colorantes artificiales en la dieta de los norteamericanos.

Los colorantes incluyen, entre otros, E102-tartrazina (amarillo), E104-quinolina (amarillo), E107 (amarillo) 2G, E111-sunset (amarillo), E123-amaranto (rojo) y E124-ponceau 4R (verde).

Los edulcorantes artificiales incluyen acesulfamo-K, aspartamo, sacarina y sucralosa.

Entre los alimentos ricos en salicilatos se incluyen los siguientes: frutos secos, fresas, naranja, melocotón, piña, aceituna, almendra, pimienta, pepino, pepinillo, salsa de tomate, té, endibia, uva y miel.

Para probar esta hipótesis, Feingold trató a niños hiperactivos con una dieta donde se eliminaron los aditivos y colorantes artificiales.

Como algunos niños que tuvieron una reacción alérgica al colorante alimentario amarillo, reaccionaron negativamente al ácido acetilsalicílico (aspirina), también se eliminó de la dieta las frutas y verduras que contienen salicilatos naturales (por ejemplo, manzanas, damascos, pasas, pepinos, pimientos verdes y tomates).

Feingold informó solo una porción de los niños responde positivamente (sobre el 50%) a la eliminación de la dieta de los colorantes alimentarios sintéticos. Esto pudiera deberse a el factor genético asociado al TDAH y que los niños en edad preescolar pueden ser más sensibles a los aditivos alimentarios que otros niños.

Es una preocupación importante, para los profesionales que tratan a pacientes pediátricos con TDAH, determinar cómo aconsejar a los padres con respecto a los colorantes alimentarios artificiales y la hiperactividad.

En primer lugar se debe reconocer que la eliminación de los colorantes artificiales es un desafío y no solo es una manipulación nutricional en la sociedad actual, donde las comidas son a menudo ingeridas fuera del hogar.

Feingold señaló que una dieta de eliminación tiene más éxito cuando es adoptada por toda la familia, lo que sugiere que los factores sociales pueden contribuir a la adherencia a la dieta y a los consecuentes efectos beneficiosos. Dar a los niños y a los adolescentes una dieta distinta a la de sus padres puede influir en su comportamiento y hacer que la adhesión estricta a la dieta sea difícil de lograr.

Los padres con niños con TDAH deben ser aconsejados para realizar una selección adecuada de alimentos, escogiendo alimentos naturales sin colorantes alimentarios sintéticos o con una pequeña cantidad, si es que sospechan o tienen la preocupación sobre la asociación que pudiese existir con los alimentos. Podéis encontrar este servicio de nutrición y dieta especializada en TDAH en nuestro centro.

Y es de suma importancia tomar en cuenta que el TDAH es un trastorno multifacético y un mismo tratamiento no servirá para todos.

Autora,

Katia Dolle

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3 comentarios

  1. Yo necesito su ayuda mi niño está estancado y no quiere seguir más sus terapias, necesito urgente una gira por favor por favor
    Por aquí desde Chile 🇨🇱

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