Introducción
Uno de los principios fundacionales de la naturopatía es el “Primum non nocere”: primero, no dañar.
En la Fundación Katia Dolle®, este principio se convierte en una regla de oro, especialmente en el acompañamiento a niños con TEA, cuyos organismos son mucho más sensibles y frágiles que los de un adulto sano.
Este artículo forma parte de nuestra serie “Lo que nos diferencia”, donde compartimos los pilares que guían nuestro método.
No todo lo “natural” es inocuo
A menudo se piensa que, por ser natural, un remedio es siempre seguro. Sin embargo, la realidad es otra:
- Muchas plantas medicinales son tóxicas si se usan sin criterio.
- Incluso cambios de alimentación radicales pueden generar efectos secundarios importantes.
- Un exceso de ciertos nutrientes —como grandes cantidades de zumo de zanahoria— puede desequilibrar el organismo en lugar de ayudarlo.
En el TEA, esta vulnerabilidad se multiplica: lo que un adulto sano tolera sin problema, un niño con autismo puede no soportarlo.
El equilibrio como clave
Trabajar bajo el principio de no dañar implica buscar siempre el punto de equilibrio:
- Evitar intervenciones agresivas o desproporcionadas.
- Seleccionar suplementos sin aditivos innecesarios (antiaglomerantes, conservantes, etc.), porque incluso estos pueden afectar a organismos frágiles.
- Diseñar dietas antiinflamatorias, pero sin caer en restricciones extremas que provoquen carencias nutricionales o debiliten la secreción de jugos digestivos.
En otras palabras: ninguna herramienta puede convertirse en un arma de doble filo.
Adaptar la naturopatía al TEA
En naturopatía, muchas propuestas funcionan bien para problemas de salud simples. Sin embargo, en trastornos complejos como el TEA, la realidad es diferente:
- Un remedio fuerte puede mejorar un aspecto, pero dañar otro.
- Protocolos de moda, como ciertas quelaciones mal planteadas, pueden tener consecuencias graves si no se comprende la extrema sensibilidad del organismo.
- Trabajar sin esta conciencia lleva a caminar en círculos: se alivia un síntoma, pero se genera otro problema.
Por eso, en la Fundación hemos desarrollado una adaptación extra del principio “no dañar”, aplicándolo a cada decisión terapéutica con el máximo rigor y respeto.
Una ética que nos distingue
Este enfoque nos lleva a:
- Rechazar propuestas espectaculares pero arriesgadas.
- Avanzar siempre con precaución, asegurando que cada intervención sume y no reste.
- Trabajar con la conciencia de que el TEA es un trastorno complejo donde cualquier error puede tener consecuencias significativas.
- Antes que dañar (a veces los padres nos sugieren procedimientos que son armas de doble filo) nos plantamos y reconocemos honestamente nuestros límites y negativa a realizar según que procedimientos.
Lo que esto significa para las familias
- Seguridad y confianza: las familias saben que nunca se recomendará algo que pueda dañar al niño.
- Certeza de equilibrio: los cambios en suplementación, alimentación o cuidados siempre se diseñan para fortalecer, no para debilitar.
- Progresos reales: al evitar efectos secundarios, se avanza de forma continua y sostenible
Conclusión
El principio “Primum non nocere” no es una frase bonita: es el núcleo de todo nuestro trabajo. En la Fundación Katia Dolle® lo hemos adaptado a la realidad del TEA, donde la fragilidad del organismo exige aún más rigor, prudencia y respeto.
Nuestra misión es clara: ayudar sin dañar, avanzar sin retroceder, equilibrar sin forzar.
Porque solo así se puede acompañar de verdad a los niños y familias en su camino hacia la recuperación y la calidad de vida.
Nuestros pilares diferenciales
- Analíticas éticas y necesarias
Solo pedimos las pruebas que realmente aportan información útil, evitando sobrecostes y comisiones innecesarias. - Suplementación independiente y probada
Seleccionamos únicamente los suplementos que han demostrado eficacia real en la práctica, sin vínculos comerciales con marcas. - Abordaje integral real
Tratamos de manera natural un amplio abanico de alteraciones (digestivas, hepáticas, renales, endocrinas, neurológicas, cutáneas…), entendiendo su impacto en la vida del niño con TEA. - Atención a síntomas psiquiátricos y comorbilidades
Con herramientas de naturopatía y medicina tradicional china, abordamos casos de ansiedad, depresión, TOC y autolesiones, incluso cuando los fármacos no funcionan. - Experiencia personal transformada en método
Haber superado en primera persona un trastorno complejo permitió comprender y extrapolar la patofisiología detrás de síntomas “inexplicables”, aplicando ese conocimiento a los niños. - Acompañamiento cercano a las familias
Más de una década escuchando y conviviendo con familias nos permitió crear programas de formación y empoderamiento para que los padres encuentren claridad y dirección. - Tiempo y personalización en cada caso
No trabajamos con protocolos ni visitas rápidas: dedicamos el tiempo que cada niño necesita, incluso horas de investigación adicional por un solo caso. - Transparencia radical
Compartimos todos los resultados, tanto los grandes avances como los progresos más pequeños, porque nuestro objetivo es la calidad de vida, no el marketing. - El Método Katia Dolle®
Un enfoque artesanal y registrado, basado en la ciencia naturopática y en el arte terapéutico de devolver al cuerpo su capacidad de autosanación, lejos de protocolos rígidos o intervenciones invasivas. - Primum non nocere – primero, no dañar
Adaptamos la filosofía naturopática al TEA, donde los organismos son aún más frágiles que lo habitual, eligiendo siempre recursos naturales y seguros, sin efectos secundarios.
Fundación Katia Dolle
www.katiadolle.org