Adicción al azúcar en TEA y TDAH

Bulimia, obesidad, ansiedad, depresión, hipoglucemia, prediabetes, candidiasis, déficit de atención, inflamaciones, etc. todos ellos son consecuencia de la adicción al #azúcar, es decir a la sacarosa refinada. Su adquisición es legal y se encuentra en el 99% de los alimentos. Así como otras drogas crean marginación social a quienes las consumen, el azúcar no, mas bien los anuncios, las gigantes corporaciones alimenticias y las situaciones sociales nos empujan a consumirlo… para convertirnos en enfermos crónicos.

El veneno blanco, cuya composición química es C12H22O11, tiene un poder adictivo similar a la heroína y una formula química parecida a la cocaína (C17h21NO4, al azúcar le falta el átomo de nitrógeno).

EL CICLO VICIOSO:

Cuando una persona consume carbohidratos se estimula la secreción de insulina lo cual promueve la captura por parte de los músculos de la mayoría de los aminoácidos, excepto del triptofano. Es así cómo los niveles en sangre del triptofano se ven aumentados con la ingesta de carbohidratos pero no en una proporción correcta.

El porcentaje del triptofano sobre el total de aminoácidos disponibles en sangre, aumenta en proporción directa a la ingesta de carbohidratos. Dado que el triptofano compite con otros aminoácidos en su pasaje por la barrera al cerebro, y es el precursor de la serotonina, la secreción de serotonina se ve sobreestimulada por la cuantiosa presencia de triptofano (Wurtman y Wurtman, 1989: 73 y sigs.)

Entonces, una vez que se produce el consumo, las hendiduras sinápticas se ven repletas de este neurotransmisor y la persona o el niño con TEA/TDAH comienza a sentirse mejor (el efecto de euforia, aunque de menores magnitudes si lo comparamos con otras sustancias psicoactivas), tal como sucede en el caso del consumo de cocaína y otras drogas de abuso. En virtud de esta sobreexistencia de serotonina se produce en el cerebro una autorregulación por la que se envía la señal para dejar de producirlos. Así se genera una cadena en la que se rompe con el natural equilibrio de la producción y sea constante la necesidad de carbohidratos para llegar al nivel anterior (Vélez de León, 2003). Esta autorregulación puede ser explicada según Bernstein (1998) aplicando los principios de la “Teoría homeostática de la adicción bioquímica”. Según ella, el cerebro intentara compensar la prolongada presencia de ciertos neurotransmisores mediante la disminución de sus efectos o asumiéndolos como constantes en la actividad cerebral. De este modo, en el caso de la adicción a los carbohidratos el cerebro intenta compensar esta artificial presencia de neurotransmisores disminuyendo su producción normal o disminuyendo la sensibilidad de los receptores post-sinápticos.

Más, más, más….UNA CUCHARADITA MÁS !!!!

Es así cómo se desarrolla la “tolerancia”, donde cada vez se necesita más cantidad de carbohidratos para sentir el mismo efecto, el subidón.

Cuando se consume azúcar, la glucosa es absorbida por la sangre, y nos sentimos animados. Es un estímulo veloz. Sin embargo, a este impulso energético le sigue una #depresión, cuando el fondo se desprende del nivel de glucosa sanguínea. Estamos inquietos, cansados; necesitamos hacer un esfuerzo para movernos o incluso pensar. Podemos estar irritables, hechos un manojo de nervios, alterados hasta que se eleve de nuevo el nivel de glucosa. La gravedad de la crisis doble depende de la sobredosis de glucosa. En el autismo se exacerba más aún si hay fatiga adrenal.

Si estos niños continúan tomando azúcar, una nueva crisis doble empieza siempre antes de terminarse la anterior. Las crisis acumulativas al final del día pueden ser enloquecedoras.

Su obsesión aumenta cada vez más y se vuelven compulsivos a la hora de comer, pudiendo comer montañas de comida o rebuscar en los armarios continuamente para encontrar su dosis para calmar el «mono». Hemos tenido niños con autismo que rebuscan en las mochilas de los compañeros o en las basuras para conseguir más comida. Yo les llamo «niños aspiradora», capaces de ponerse a comer las migas que caen debajo de la mesa. Puede llegar a ser bastante extremo en el autismo. Tras varios años, el resultado final son glándulas #adrenales y páncreas enfermos. Las suprarrenales padecerán de #FatigaAdrenal debido a un sistema sobresolicitado. Con el páncreas sucede lo mismo, el organismo de una persona puede resistir los efectos perjudiciales del azúcar durante 20 años, a partir de los cuales aparece la diabetes tipo II, la diabetes adquirida que es la que te has ganado a pulso debido a excesos de azúcares e hidratos de carbono. Esto lo vemos en las analíticas con niños pequeños, ya con tendencia a la resisitencia a la insulina.

Mientras tanto la producción de hormonas es baja en todo el circuito endocrino. El cerebro puede encontrarse en dificultades para distinguir lo real de lo irreal, el individuo se vuelve precipitado y ante situaciones estresantes, se desmorona y pierde la capacidad de enfrentar cualquier contingencia. El individuo esta siempre cansado y no logra hacer nada. Sufre de “sugar blues” (o depresiones del azúcar)… El grado de dependencia de azúcar varía según el individuo tenga un organismo mas o menos tendente a las adicciones. Esto se puede valorar en la capacidad del individuo o no de “desengancharse” de este u otro hábitos tóxicos.

Así todos cantan el Sugar Blues:

«Soy tan desgraciado, me siento tan mal.

Quisiera tumbarme y morir.

Puedes decirme lo que quieras

pero estoy totalmente confundido.

Tengo la dulce, dulce melancolía.

¡Más Azúcar! Tengo el dulce, dulce Sugar Blues.»

 

La canción “Blues del Azúcar” (Sugar Blues) fue publicada en 1923, el año en que millones de #diabéticos empezaron a inyectarse la última droga milagrosa descubierta: la insulina.

EL AZÚCAR DISMINUYE LAS DEFENSAS

Estudios recientes vinculan al azúcar con problemas en el sistema inmunológico, tal como lo denuncia la doctora Nancy Appleton en Lick the sugar habit:

Una de las substancias aparentemente inofensivas y sin embargo una de las que mayores problemas crea al atacar nuestro sistema inmunológico es el azúcar. Los macrófagos quedan atorados en el azúcar y se imposibilita su acción. La misión de los macrófagos consiste en destruir, bloquear y activar la inmunidad cuando detectan la presencia de una toxina, un virus o una bacteria… Cada vez que ingerimos azúcar, aunque sea tan poco como dos cucharadas, las proporciones de minerales entran en desequilibrio. Este desequilibrio a su vez, en personas ya enfermas o con la salud muy mermada, como es el autismo, puede durar horas y a veces ya no se recuperan. Cuando los minerales del cuerpo están en desequilibrio día tras día, año tras año, posiblemente por generaciones, la habilidad del cuerpo para volver a su homeostasis está agotada. El cuerpo ya no puede volver a su armonía o balance… Resulta pues increíble que las autoridades del Departamento de Salud Pública de diferentes Naciones sigan manteniendo al público en la total ignorancia. Lo más que se ha conseguido es obligar a indicar en la etiqueta de los productos industriales si contienen azúcar, cosa que aparece prácticamente en el 90% de los mismos ya que incluso los productos salados son conservados en azúcar!

EL AZÚCAR no te alimenta, pero SI ALIMENTA TUS CÉLULAS CANCERÍGENAS.

El azúcar no solo no tiene absolutamente ningún valor nutricional, te baja las defensas, si, pero es que además contribuye activamente a que tus células cancerígenas se multipliquen. El azúcar vuelve la sangre ácida, y esto es un caldo de cultivo para las células cancerígenas. El sistema inmunitario funciona mucho peor y no las detecta a tiempo, con lo que paulatinamente las células cancerígenas se irán multiplicando. Cuantos años llevas comiendo regularmente azúcar? 10, 20, 30 años?…Todos esos años has estado haciendo tus propios cultivos de células cancerígenas, alimentándolas a diario.

Es más, una vez que el cáncer aparece, ya diagnosticado por su excesivo tamaño (unos 20 años después de que se iniciara), cuando inevitablemente escoges realizar una quimioterapia, de nada te servirá si comes azúcar !!!. La quimioterapia será inefectiva para alcanzar las células cancerígenas envueltas en un medio ácido.

El azúcar se le ha relacionado con el desarrollo de cáncer de pecho, ovarios, próstata, recto, páncreas, tracto biliario, pulmones, vesícula biliar y estómago.

El azúcar hace crecer el cáncer

Para ver si hay un cáncer se puede usar el PET Scan. El médico inyecta en el paciente azúcar radioactivo y realizan el scanner.

Si se observa una zona que atrae el azúcar de forma masiva podemos sospechar de que ahí hay un tumor. Las células cancerígenas consumen tanto azúcar porque se multiplican rápidamente, sacando del azúcar su alimento.

Las células sanas sacan el alimento de proteínas o grasa de las cuales obtienen su energía.

¿No te he convencido todavía? ¿Eres joven y lo del cáncer te resulta lejano e improbable?

Hablemos pues de estética

Estas son algunas de las bondades que te aportará el consumo regular de azúcar a ti, que ya eres mayorcit@. La celulitis se incrementa de forma importante con el consumo de azúcar. !Ojo! No seáis inocentes !!! No me refiero solo al azúcar blanco que te puedas añadir al café de la mañana, sino todo el azúcar escondido en la alimentación. Si vas a un supermercado, no encontrarás un sólo producto envasado que no lleve azúcar añadido, excepto los alimentos ancestrales, como arroz o lentejas.

No hablemos ya de lo que les gusta a los jóvenes: croissants, pizzas, refrescos, galletas, golosinas, chocolate, batidos, hamburguesas, bollería, pasteles, creps, HELADOS, cereales de desayuno, embutidos, salsas, comida preparada, zumos. etc.

¿Estás seguro de que miras la composición de lo que comes? ¿Miras y estudias las etiquetas? Si contabilizas todo el azúcar que te metes en el cuerpo en un mes te quedarás estupefacto. Seguramente la industria azucarera te adora en secreto, y tu sin saberlo contribuyes a que algunos se hagan inmensamente ricos mientras tu te vas deformando y perdiendo tu belleza original.

POTENCIAL DE DEPENDENCIA

Hoebel explica que el azúcar desencadena la producción de opioides naturales en el cerebro, parte clave en el proceso de adicción. Retomando las palabras de Hoebel:

“El cerebro se vuelve adicto sus propios opioides de las misma forma que lo hace a la morfina o a la heroína. Aunque estas drogas poseen un efecto mayor el proceso es esencialmente el mismo”.

Así pues el potencial de dependencia es considerablemente alto. La dependencia es de tipo psicológico y físico. Su síndrome de abstinencia se experimenta hasta después de varias semanas de haber descontinuado totalmente el uso de azúcar y alimentos que lo contengan. Sus síntomas incluyen depresión, fatiga, nerviosismo, ansiedad por comer alimentos dulces, falta de concentración, alergias e hipertensión. En grado extremo la dependencia al azúcar se presenta como hipoglucemia, en cuyo caso una privación de alimentos dulces puede conducir a ataques fatales.

El azúcar ES UNA DROGA, quizá no altere tu conciencia de una manera obvia e inmediata como el alcohol o las pastillas, pero produce cambios en el estado físico, emocional, mental y espiritual del usuario. Y como cualquier otra adicción, es devastadora en esos cuatro niveles.

Está en la naturaleza del todos los adictos negar que tienen una adicción. Y también lo está apuntar hacia otros adictos y decir «Mi problema no es tan serio como ese». Especialmente los adictos al azúcar sufren de esta forma de negación. El azúcar se ha convertido en el mayor contaminante de nuestras comidas.

Campbell después de años de estudios, en 1966 concluyó que el azúcar refinado, crea adicción y estableció tres reglas respecto los efectos de su consumo en seres humanos:

1) Regla de los 20 años. Un individuo puede resistir los efectos perjudiciales del azúcar refinado durante 20 años; a partir de ese momento aparece la diabetes.

2) Regla de las 70 libras (31.5 kilos). Una población puede consumir hasta 70 libras de azúcar por persona y año antes de que afloren enfermedades graves.

3) Regla del 20 %. En poblaciones con presencia de diabetes, el consumo de sacarosa será superior al 20 % del consumo total de calorías.

¿Siente usted la necesidad de comer pan, pasta, pasteles, galletas, chocolate, patatas fritas?¿Sus propios malos hábitos a llevado a su hijo con TEA a volverse adicto a hidratos y azúcares?

ADICCIÓN AL CHOCOLATE:

Para el caso de la adicción al chocolate (uno de los carbohidratos más adictivos), Virtue (1990) describe el mismo proceso:

a) sensación de ansiedad o angustia producida por un frustración que inicia el consumo, por ejemplo, del chocolate;

b) un “pico” de excitación, donde la persona puede alejar de su conciencia por un instante ese problema, comienza a sentirse mejor, (asimilable en el esquema de Radó a la eliminación de la DD.) ;

c) una caída de tipo ansiosa o depresiva lo que favorece la re iniciación del ciclo adictivo.

Cabe aquí aclarar que los efectos de los azucares son de corta duración y la escala del efecto eufórico es evidentemente menor a la de otras sustancias como, por ejemplo, la cocaína.

ADICCIÓN A LA COCACOLA:

Los refrescos de cola contienen una sustancia ‘potencialmente adictiva’, la cafeína y contiene también gas carbónico que, según la AMEDEC, es un ingrediente que provoca “adicción psicológica”. Por si fuera poco, los azúcares que contiene el refresco, causan adicción al azúcar y paulatinamente van disolviendo el esmalte de los dientes debilitándolos y produciendo caries. Y no solo eso, los azúcares que no logra digerir el organismo, se transforman en grasa, dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad.

Y para aquellos que creen que este problema se resuelve tomándose una “coca light”, les tenemos otra noticia: hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades, provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental (según la AMEDEC). La sustancia que provoca estas afecciones se llama aspartamo y sostienen que podría contribuir al desarrollo del Alzheimer. Además, señalaron que los componentes químicos del «aspartamo» tienen otras consecuencias graves por un consumo excesivo, como daños a la retina y al sistema nervioso.

BULIMIA

La #bulimia tiene como características centrales los atracones y el desarrollo consecuente de conductas compensatorias para contrarrestar el aumento de peso. ¿Pero, cual es el tipo principal de alimentos ingeridos durante estos atracones?

El DSM IV dice lo siguiente:

“A pesar de que el tipo de comida que se consume en los atracones puede ser variada, generalmente se trata de dulces y alimentos de alto contenido calórico (como helados o pasteles). Sin embargo, los atracones se caracterizan más por una cantidad anormal de comida ingerida que por un ansia de comer un alimento determinado, como los hidratos de carbono. Los individuos con bulimia nerviosa ingieren más calorías en un atracón que los individuos sin bulimia nerviosa en una comida, pero la proporción de calorías derivadas de proteínas, ácidos grasos e hidratos de carbono es similar. (:559)”

Sobre este punto es inevitable la analogía entre las personas obesas a las que se le suprimen los carbohidratos durante un régimen dietético a quienes les vienen deseos incontrolables de consumir cosas “ricas” (dulces) y terminan por abandonarse en el consumo desesperado de carbohidratos y los atracones en la bulimia. En ambos casos, se da una búsqueda desesperada por consumir el alimento seguido de una “culpa”, en el primer caso por haber abandonado el proyecto de adelgazamiento y en el segundo por el miedo que representa el engordar.

OBESIDAD

Según investigaciones realizadas en EEUU, el 75 % de la población obesa es adicta a los carbohidratos lo cual nos da un parámetro aproximado de su influencia como determinante de la obesidad.

Por otra parte, la influencia de la adicción a los carbohidratos en el mantenimiento o no de una dieta o de recomendaciones alimenticias en general es notoria para los especialistas ya que de cortarse abruptamente el azúcar y los carbohidratos la persona siempre tiene un punto de quiebre y abandona todo tratamiento.

El azúcar contiene:

Calcio 0mg;

Fósforo 0mg;

Hierro 0 mg ;

Potasio 0.85mg :

Sodio 0.28 .mg

Tiamina 0mg;

Riboflavina 0mg;

Niacina 0mg

Para la digestión y asimilación del azúcar el cuerpo gasta sus propias reservas de vitaminas, es decir que el azúcar más que un alimentar, desnutre!

El azúcar vacía las reservas de calcio, en niños y adultos. Lo vemos todos los días en las analíticas que hacen nuestros pacientes de TDAH y Autismo. Mejor dejar de comer azúcar para prevenir la osteoporosis, ustedes las madres, y dentaduras completamente corrompidas de sus hijos TEA.

COMO TRATAR LA ADICCIÓN AL AZÚCAR

El primer paso es entender y reconocer que su cuerpo es adicto al azúcar y/o los hidratos de carbono refinados o que usted a vuelto adicto a su hijo permitiendo este tipo de alimentación. El paciente adulto tiene que entender que no tiene la culpa, que no es un problema de falta de voluntad o “portarse mal”, sino que su conducta se debe a una adicción a una sustancia. Sin la comprensión real del problema no se podrá efectuar un tratamiento con éxito.

Por supuesto hay que tratar las causas o factores que contribuyen a la adicción, como la fatiga adrenal, #hipoglucemias, #candidiasis intestinal, deficiencias de neurotransmisores como la #serotonina o #dopamina, etc. para que la persona consiga desengancharse completamente y de forma duradera. Si de base existe una candidiasis intestinal, por ejemplo, debido a que con el sobrecrecimiento de estos #hongos el cuerpo demanda azúcar, será imprescindible tratar este condicionante, por ejemplo.

Evidentemente, como con cualquier droga, ha de suspenderse completamente el consumo. Esto creará el “mono” o la fase de desenganche. Cuando existe hipoglucemia reactiva, deberá de ponerse un tratamiento #ortomolecular para la hipoglucemia, y de esta forma reestablecer la glucemia en sangre. Si existe además una adicción a la harina de trigo refinada (el cereal mas adictivo de todos y el de mayor consumo), esta deberá ser tratada de la misma forma, con una dieta específica que rompa el circulo vicioso. De esta manera se tratara con éxito el sobrepeso, la bulimia, los problemas de concentración, las cándidas y todo el cuadro que ha generado LA ADICCIÓN AL AZÚCAR. El enfermo una vez curado deberá de seguir unas pautas en su alimentación para no tener recaídas en el futuro.

¿Y ahora que vas a hacer?¿Vas a seguir sometiéndote a lo que el azúcar haga contigo? ¿Vas a seguir envenenando a tus hijos?

Autora: Katia Dolle

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